un ateo

¿Que hace un Dios?

Cuando miro el cielo
Estúpido me veo, pero,
Quien es más tonto,
El que actúa sin pensar
O el que dice sin mirar.
Perfecto no me creo
Ni menos superior me veo,
Pero a caso ¿puedo confiar
En dios? O eh de confiar
En ti. Sabiendo que
Recelo en los dos, aún así
Yo pierdo con dos.
El hombre me dice se fiel
A tu gran creador, y el segundo
Me contesta: dejo de ti tu camino
Escoger que ni las manos voy meter,
Pero haciendo trampa mi conciencia
Metiche es. ¡Y dime tú a quien eh de Creer!
Tal vez ni existe dios y el hombre inferior se cree,
O quizá su mente temerosa a lo que no ve,
Sería siendo como si la mafia te llegara
Al revés y ni la espalda te protegieras
Con tan poder que ni percatas con el ver.
No se como lo puedes vivir,
Sabiendo que listo eres y de riesgos
Vives sin querer, el riesgo que corres
Al creer y el no creer por lo que
Que tu mente ve, pero tus ojos no.
Un comodín programado tenéis
Al que llamas “fe”, solo mi opinión sin
Ver lo que si existiera temor le
Tendría y no es personal, es solo
Que me hago la pregunta
¿Por qué un ser todo Poderoso se preocuparía
Por su creación, a la cual que si destruye
podría duplicar si quisiere?
Retador suena, y tal vez yo sea
La oveja negra en su blanco rebaño,
Es que las ovejas no pueden dejar
De protegerse sin su pastor.
Y su pastor fácilmente puede
Hacerlas barbacoa sin tocarse
El corazón, pensando ellas que
Un abrazo les dio. Pobres ovejitas
Que tan bonitas se lanzaron al cañón
Sin fondo. Pero unas mas listas o quizá
Cobardes prefirieron alejarse de tan confuso
Hoyo, ¿Qué hace un dios? Cuando le retas
Sin pedir luego perdón. Es como el hombre
Que el poder se le subió al coco.
Se me seco el coco y no deliro,
Pronto me muero y de ti me alejo.
El periódico del mañana “dios ha regresado
A castigar al no necesitado” pero que a caso
¿Un padre no te deja vivir? O te dirá
–Tú necesitas de mí-
¡Que ironía! Castigar al no necesitado.
Y recompensar al que de mi coma.
Prefiero mejor dejarlo aquí, ha retar
Al misterioso poder que me impide pensar
Como él, el dictador macro-cósmico.
El alfa y omega, tu opinión no quiero saber,
Porque tal vez tú mi mente puedes corromper.